Texto: Moisés Romínguez – Las Provincias

Bernat y Álex saben de sobra lo que es recorrerse media España en la furgoneta de su padre, a 90, para correr una carrera. O perderse la cita final de un campeonato que podían ganar porque el presupuesto no les llegaba. Mientras Bernat seguía empecinado en abrirse camino en el campeonato norteamericano de Superbike, Álex seguía haciendo sus pinitos como piloto mientras impulsaba su propio equipo, el IGAX Team. Hasta que llegó el accidente que en julio de 2015 lo cambió todo.

«Ahora es cuando ya podemos recordar cosas con cariño y valoro el tiempo que he podido compartir con mi hermano», admite Álex. Aunque ya se conocían, del accidente mortal de Bernat Martínez surgió una gran amistad entre Álex y Jorge Lix, que había sido mánager el malogrado piloto de Alberic.

«Aquel año yo tenía a Sergio García, que ahora va a debutar en el Mundial», señala Álex Se lo llevó Monlau, que como otras estructuras poderosas suele pescar en los equipos del Campeonato de España. Este mismo año, ha vuelto a fichar un niño del IGAX Team, a Paul Sola. «No queremos que se nos escape otro talento, al menos que podamos verlos crecer en nuestra estructura», señala Álex.

Para ello, en 2019 pondrá dos motos en la parrilla de Moto3 del Mundial júnior. Deberá triplicar el presupuesto, para lo que pidió ayuda a Jorge Lis. Ambos se han embarcado en este proyecto, en gran parte, por Bernat Martínez.

«Él nunca se rendía y tenía una fuerza interior que nos arrastraba a todos», señala Jorge Lis, que explica: «He aceptado este proyecto porque estaba Álex. Yo soy más de la parte comercial, de cuidar patrocinadores. El campeonato me encanta y tiene mucho potencial». Tienen a la perla (David Real) y cuentan con una fuente de inspiración. «El chico atesora talento de sobra y la influencia de mi hermano me da ganas de pelear cada día», asegura Álex.

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